En este cuento de Dios habla bajito te enseña una lección importante que la oración es una experiencia que han tenido millones de personas a lo largo de los siglos. Que podemos hablar con Dios constantemente y escuchaban a Dios en el Nuevo Testamento, Jesús nos enseña cómo podemos relacionarnos con nuestro Padre Dios.
Además, disfruta con las actividades que te hemos preparado después del cuento. También, si lo deseas, puedes ver esta en fábula en formato vídeo.
?Dios habla bajito
Dios habla de varios modos y es preciso cultivar en nuestro interior la disposición para escucharlo.
El Papa Francisco puso por modelo a San José y dijo a los que le escuchaban: Dios hizo ver su voluntad a san José en sueños.
Tened encuentra que dentro de cada uno de nosotros hay muchas voces y es preciso reconocer la que es de Dios.
San José supo cultivar el silencio necesario para escuchar al Señor y así tomar las decisiones justas.
Sin el encuentro personal con Jesús, no hay vida cristiana, sino solo catolicismo cultural.
?El vídeo de Dios habla bajito
?Comprensión lectora
1.- ¿Quién han sido los santos ?
A.- Personas buenas
B.- Personas que han hablado bien
C.- Personas que han hecho oración
2.- ¿Por donde han pasado los santos ?
A.- Por muchas alegrías
B.- Por grandes dificultades
C.- Por grandes sorpresas
3.- ¿Qué reclamó santa Teresa a Dios?
A.- Que gritara más
B.- Que le enseñara más cosas
C.- Que tuviera piedad
4.- ¿Qué otra cosa más le pidió santa Teresa?
A.- Que le afinara el olfato
B.- Que le afinara el oido
C.- Que se fiara de ella
5.- ¿A quíen poso de ejemplo el Papa Francisco?
A.- A santa Teresa
B.- A san Francisco
C.- A san José
6.- ¿Qué supo cultivar san José?
A.- Flores
B.- El silencio
C.- El taller
Test de ortografía.
☑️Actividades
⌛1.- Adivina adivinanza:
❓2.- Acertijo:
Si no sabes las respuestas las tienes al final de página
?¿Cuál es la historia de Dios habla bajito?
En esta pequeña historia vemos que Dios cuando tiene que decir algo al hombre normalmente habla bajito y para ello hemos de estar atentos para poder escucharlo
?¿Cómo te puede ayudar la historia de Dios habla bajito?
Muchos consideran que la relación personal con Jesucristo está reservada a gente con especial sensibilidad hacia las cosas de Dios. Pero la verdad es que, sin el encuentro personal con Jesús, no hay vida cristiana, sino solo catolicismo cultural.
La relación personal con Jesucristo vivo, en la Eucaristía y en la meditación de la Palabra de Dios, debería verse como algo normal para un cristiano.
Tenemos muchas oportunidades en la vida para conseguirlo aunque, eso sí, sabiendo que Dios suele hablar bajito.
?Reflexiones sobre la historia de Dios habla bajito.
Muchas personas piensan que deben ser más generosas con Dios. Tienen una cierta inquietud, pero no saben bien qué deben hacer.
La mayoría de las veces, Dios habla bajito, como ese susurro de una brisa suave. Normalmente no podemos esperar una gran emoción, un terremoto espiritual, como el movimiento final de una gran sinfonía que nos confirme solemnemente el querer de Dios para nuestra vida. Tampoco escucharemos una voz celestial, como San Pablo.
San Francisco de Sales escribió que no es necesario que Dios nos «hable sensiblemente o que nos mande un ángel a manifestarnos su voluntad, y menos aún es necesario el parecer de diez o doce doctores de la Sorbona para conocer si la inspiración es buena o mala, si debe o no seguirse; lo que importa es cultivar y corresponder a la primera llamada.
En la historia de la vida de los santos muestra que Dios acostumbra a dar a conocer su voluntad de modo sencillo, a través de las cosas ordinarias, dentro de la familia, a través de un amigo, de un libro, de una enfermedad, de cosas normales.
San Agustín podría haber acabado sus días siendo lo que fue durante largo tiempo, un hombre enredado en sus frivolidades y sus amoríos. Sin embargo al escuchar de una casa vecina aquel «Toma y lee», mientras leía las Epístolas de San Pablo, él lo hizo.
La santidad es una respuesta libre a la gracia, que nunca ahoga la libertad. Ni tu historia, ni la mía, ni la de los santos, está ni estaba escrita de antemano. Nadie está predeterminado para ser un santo, un mediocre o un criminal. Todos estamos llamados a la santidad.
Respuesta a la adivinanza: El piojo
Respuesta al acertijo: El pato