En este cuento podrás descubrir que la felicidad se multiplica cuando la compartimos con los demás
Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las fábulas, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.
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Aprender a compartir
Había una vez un pueblo donde vivía un niño llamado Tomás. Era conocido por su amabilidad y siempre estaba dispuesto a ayudar y a hacer felices a los demás.
Un día, Tomás y su amigo Lucas fueron al bosque cercano. Mientras caminaban entre los árboles, descubrieron unas fresas estupendas para comer
¡Mira, Lucas! ¡que fresas tan estupendas! ¿No crees que deberíamos compartirla con los demás de clase?
No sé, Tomás. Tal vez deberíamos comérnoslas nosotros.
Piensa que, si compartimos las fresas, todos podrán disfrutar. Será como regalar un pedacito de felicidad a cada uno de nuestros amigos.
Lucas reflexionó por un momento y finalmente asintió con una sonrisa.
Tienes razón, Tomás. Compartir con los demás es maravilloso. Vamos a llevarlas al colegio e invitaremos a los de la clase para que puedan saborearlas.
Los dos amigos se dirigían al colegio cuando la profesora los vio les preguntó sobre lo que llevaban en la cesta.
Encontramos estas hermosas fresas en el bosque y queremos compartirla con todos los de la clase.
¡Qué estupendo gesto, chicos! Me encanta ver cómo compartís las cosas con vuestros compañeros. Estoy segura de que se van a alegrar mucho.
Los dos amigos al ver que todos disfrutaban de las deliciosas fresas Tomás le dijo a Lucas:
Te das cuenta de que compartir algo, aunque sea poco, puede hacer felices a los demás y sobre todo a nosotros
Moraleja: la felicidad se multiplica cuando la compartimos con los demás
El vídeo del cuento
Ejercicio de comprensión lectora.
{Quiz}
Si lo prefieres, aquí te dejamos todas las preguntas para que lo imprimas y practiques en casa o en el cole.
1.- ¿Cómo se llamaba el niño?
A.- Torás
B.- Torcuato
C.- Tomás
2.- ¿Por qué era conocido?
A.- Por su estatura
B.- Por su voz
C.- Por su amabilidad
3.- ¿Cómo se llamaba el amigo?
A.- Juan
B.- Marcos
C.- Lucas
4.- ¿Dónde fueron los amigos?
A.- A la sierra
B.- Al bosque
C.- Al mar
5.- ¿Qué descubrieron?
A.- Una moras
B.- Unas setas
C.- Unas fresas
6.- ¿Qué dijo el amigo?
A.- Compartir era de tontos
B.- Compartir era maravillosos
C.- Compartir era poco
Actividades.
1.- Adivina adivinanza:
Está en la navaja y está en el cuaderno, se cae del árbol antes del invierno.
2.- Acertijo:
Su cabeza es amarilla, siguiendo al sol, gira y gira, muchos comen sus pepitas y dicen que son muy ricas.
Las soluciones al final de la página
3.-Test de ortografía:
4.-Ahorcado:
Completa las siguientes palabras con la letra correcta. Si no la sabes, búscala en el cuento.
¿Qué nos enseña: Aprender a compartir?
La palabra compartir viene del latín «compartiri», que significa distribuir o repartir algo a los demás.
El término compartir hace referencia a dar algo a otras personas. Se trata de disfrutar simultáneamente un bien finito con otras personas, por ejemplo, compartir espacios en lugares públicos, habitación en una residencia, juguetes, comida, entre otros.
Se puede decir que compartir es dar y saber recibir, ofrecer y aceptar a las personas, manifestar y comprender ideas y sentimientos, cooperar en actividades y admitir cooperación, ser solidarios con todas las personas, sin prejuicios; y sentirse corresponsable de la paz y del bienestar de todas las personas.
Esta palabra tiene diversos usos, entre ellos, la responsabilidad compartida, mejor conocida como corresponsabilidad, es aquella común entre dos personas que tienen la misma obligación o compromiso, ejemplo, criar un hijo.
Es posible usar el término para agradecer por cualquier situación, ejemplo, decir “gracias por compartir tu tiempo con la familia”. La palabra cuenta con varios sinónimos, en este caso, el sinónimo de compartir es distribuir, repartir, o dividir
Saber compartir es ser generoso y la generosidad es un valor, una virtud, es una de las más claras manifestaciones de nobleza de espíritu y grandeza de corazón que puede dar una persona.
Son ejemplo silencioso de generosidad: La mamá que hace de comer, limpia la casa y además le da tiempo para ir al trabajo, el padre que duerme muy poco para dar el sustento a sus hijos, la empleada doméstica que hace todos los días las mismas cosas, el o la estudiante que hace lo que debe hacer, obteniendo las mejores notas, la adolescente generosa que ayuda a sus amigos cuando tienen problemas, todos ellos constituyen ejemplos que sin duda deberíamos seguir, dar sin esperar nada a cambio; recordemos que la generosidad es el cimiento del amor.
Reflexión sobre Aprender a compartir
Educar a los niños para que comprendan el valor de la generosidad es una tarea de los padres y educadores. Cuando los niños empiezan a relacionarse con otros iguales, sea un amigo o un hermano, es natural que desarrolle un sentimiento de propiedad sobre sus cosas, juguetes… No podemos decir con eso que los niños sean egoístas. Es una reacción natural, como el sentir celos, que algo sea suyo, les da seguridad y por ello no lo quieren compartir.
Para conseguir que los niños sean generosos es necesario educarlos en este valor, poco a poco. Los chicos necesitan ver que sus padres ayudan a otras personas y les hacen favores, ejemplo cuando se compra una chocolatina, es importante que los padres la dividan entre todos: un pedacito para papá, para mamá, para ti, para la abuelita etc.
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Respuesta a la adivinanza: La hoja
Respuesta: El girasol