Disfruta con la fábula «Pinito«, una historia aleccionadora que te puede ayudar en tu vida. Si sigues leyendo está fábula encontraras, tal vez, una solución a lo que estás buscando
¿Te has preguntado alguna vez cuando lees una fábula, leyenda o cuento en que te puede ayudar en tu vida?. Si dudas sigue leyendo está historia y encontraras, tal vez, una solución a lo que estás buscando.
No importa la edad que tengas; una historia, relato, fábula o como una parábola te marca un camino que puedes seguir.
Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varios Capítulos del libro “Platero y yo” de Juan Ramón Jiménez para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las historias, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.
?Pinito
Casi se me había ya olvidado quién era Pinito. Ahora, Platero, en este sol suave del otoño, que hace de los vallados de arena roja un incendio más colorado que caliente, la voz de ese chiquillo me hace, de pronto, ver venir a nosotros, subiendo la cuesta con una carga de sarmientos renegridos, al pobre Pinito.
Aparece en mi memoria y se borra otra vez. Apenas puedo recordarlo. Lo veo, un punto, seco, moreno, ágil, con un resto de belleza en su sucia fealdad; más, al querer fijar mejor su imagen, se me escapa todo, como un sueño con la mañana, y ya no sé tampoco si lo que pensaba era de él…
Quizá iba corriendo casi en cueros por la calle Nueva, en una mañana de agua, apedreado por los chiquillos; o, en un crepúsculo invernal, tornaba, cabizbajo y dando tumbos, por las tapias del cementerio viejo, al Molino de viento, a su cueva sin alquiler, cerca de los perros muertos, de los montones de basura y con los mendigos forasteros.
—¡…maj tonto que Pinitoooo!… ¡Eese!…
¡Qué daría yo, Platero, por haber hablado una vez sola con Pinito! El pobre murió, según dice la Macaria, de una borrachera, en casa de Colillas, en la gavia del Castillo, hace ya mucho tiempo, cuando era yo niño aún, como tú ahora, Platero. Pero ¿sería tonto? ¿Cómo, cómo sería?
Platero, muerto él sin saber yo cómo era, ya sabes que, según ese chiquillo, hijo de una madre que lo conoció sin duda, yo soy más tonto que Pinito.
?El vídeo de pinito
?Comprensión lectora
1.- ¿Por donde subía Pinito?
A.- Por la escalera
B.- Por la cuesta
C.- Por el campo
2.- ¿Qué cargaba?
A.- Trigo
B.- Sarmientos
C.- Paja
3.- ¿Cómo era Pinito?
A.- Fornido
B.- Delgado
C.- Seco
4.- ¿Cómo iba por la calle Nueva?
A.- Corriendo
B.- Casi en cueros
C.- Andando
5.- ¿Quién lo apedreaba?
A.- Los paisano
B.- Los chiquillos
C.- Los municipales
6.- ¿De que murió?
A.- De accidente
B.- De borrachera
C.- De viejo
Test de ortografía Pinito
☑️Actividades
⌛1.- Adivina adivinanza:
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
❓2.- Acertijo:
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Si no sabes las respuestas las tienes al final de página
?Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez nació el 23 de diciembre de 1881 en la localidad onubense de Moguer. Premio Nobel de Literatura 1956. En 1899 estudia Bachillerato en el colegio de san Luis Gonzaga del Puerto de Santa María, y obtiene el título de Bachiller en Artes.
Se traslada a Sevilla, en 1896, para ser pintor, creyendo que esa es su vocación. Allí frecuenta la biblioteca del Ateneo sevillano. Escribe sus primeros trabajos en prosa y verso. Empieza a colaborar en periódicos y revistas de Sevilla y Huelva.
Comenzó la carrera de Derecho impuesta por su padre en la Universidad de Sevilla , aunque la abandona en 1899 para dedicarse a la literatura influenciado por Rubén Darío y los simbolistas franceses.
En 1900 se trasladó a Madrid y publicó sus dos primeros libros de textos, Ninfeas y Almas de violeta. En 1902 publicó Arias tristes e intervino en la fundación de la revista literaria Helios. En 1904 publicó Jardines lejanos.
?Obra literaria
En 1905 regresa a su pueblo natal a causa de los problemas económicos por los que atravesaba su familia, residiendo en la casa de la calle Aceña. Este periodo coincide con la etapa de mayor producción literaria, donde figuran, en la Segunda Antología Poética (terminada de imprimir en 1922), los libros en verso: Pastorales (1903-1905); Olvidanzas (1906-1907); Baladas de primavera (1907); Elegías (1907-1908); La soledad sonora (1908); Poemas májicos y dolientes (1909); Arte menor (1909); Poemas agrestes (1910-1911); Laberinto (1910-1911); Melancolía (1910-1911); Poemas impersonales (1911); Libros de amor (1911-1912); Domingos (Apartamiento: 1) (1911-1912); El corazón en la mano (Apartamiento: 2) (1911-1912); Bonanza (Apartamiento: y 3) (1911-1912); La frente pensativa (1911-1912); Pureza (1912); El silencio de oro (1911-1913) e Idilios5 (1912-1913), todos escritos durante su estancia en la casa.
?Zenobia Camprubí
Conoce a Zenobia Camprubí en 1913 y se enamora profundamente. Y en 1916 se casó con ella. Este hecho y el redescubrimiento del mar será decisivo en su obra, escribiendo Diario de un poeta recién casado. Esta obra marca la frontera entre su etapa sensitiva y la intelectual.
Desde este momento crea una poesía pura con una lírica muy intelectual. Asimismo, colabora con su esposa en el largo proceso de traducir veintidós obras del poeta indio Rabindranath Tagore..
En 1936, año que marca en su obra el paso de la etapa intelectual a la etapa suficiente o verdadera, estalla la guerra civil y apoya decididamente a la República, acogiendo a varios niños huérfanos en una de sus casas.
?Exilio
Sin embargo, se siente inseguro en Madrid, pues el diario socialista Claridad emprende una campaña contra los intelectuales, y es Manuel Azaña quien ayuda a salir de la capital al matrimonio por vía diplomática.
Se instala en Washington como agregado cultural. En 1937 se traslada a Cuba para dar tres conferencias; en 1938 su sobrino falangista, Juan Ramón Jiménez Bayo, perece en el frente de Teruel, lo que dejó a Juan Ramón absolutamente destrozado. Según Zenobia, «El dolor dejó a Juan Ramón absolutamente estéril por casi año y medio». De él escribió el poeta en su autobiografía Vida:
Yo sé bien que él tenía, con las ideas que él creía mejores, un ideal limpio, sin más sangre en él que la suya. Y esta sangre generosa lo dejó sin ella exangüe en el sitio de su ideal. Y se sumió en la tierra a mejorarla. Si su muerte, y las otras como la suya, no nos mejoran, ¿de qué sustancia miserable somos?
Su Moguer natal fue un referente en toda su obra, fuente de inspiración y elemento de nostalgia.
Te llevaré Moguer a todos los lugares y a todos los tiempos, serás por mí, pobre pueblo mío, a despecho de los logreros, inmortal.
Te he dicho Platero que el alma de Moguer es el vino, ¿verdad?. No; el alma de Moguer es el pan. Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro como el migajón, y dorado en torno -¡oh sol moreno!- como la blanda corteza.
?Etapas poéticas
La crítica suele dividir su trayectoria poética en tres etapas:
Etapa sensitiva (1898-1915): marcada por la influencia de Bécquer, el Simbolismo y el Modernismo. En ella predominan las descripciones del paisaje, los sentimientos vagos, la melancolía, la música y el color, los recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de una poesía emotiva y sentimental donde se trasluce la sensibilidad del poeta a través del perfeccionismo de la estructura formal.
Etapa intelectual (1916-1936): descubrimiento del mar como motivo trascendente. El mar simboliza la vida, la soledad, el gozo, el eterno tiempo presente. Se inicia, asimismo, una evolución espiritual que lo lleva a buscar la trascendencia. En su deseo de salvarse ante la muerte se esfuerza por alcanzar la eternidad a través de la belleza y la depuración poética.
Etapa verdadera (1937-1958): todo lo escrito durante su exilio americano.
Platero y yo, fechada por su autor en 1914, se convirtió en la obra más popular del poeta, escrita en una espléndida prosa, que suavemente lleva al lector a través de un cuidadoso retablo de imágenes poéticas que nos conducen desde la presentación de este borriquete:
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
?Platero
Platero es un burrito, pero además es la encarnación del compañero inseparable, el amigo ideal. Él nos acompaña en este viaje a través de los recuerdos del autor llenos de sensaciones, colores, e imágenes. Juan Ramón Jiménez nos cuenta historias de su pueblo natal a través del amor a Platero, su burro, y ese amor trasciende a todo lo que ve, la naturaleza, el camino, los aromas, los chiquillos y sus juegos y su inocencia, la gente sencilla en su día a día, la vida; y con su lenguaje sencillo y al mismo tiempo poético, lleno de metáforas, nos hacen sentir esas vivencias como propias. Descubre esta narración lírica que contribuyó sobremanera a que su autor ganara el Premio Nobel de Literatura en 1956 por el conjunto de su obra.
Repuesta a la adivinanza: La silla
Respuesta al acertijo: El plato