El nacimiento de Jesús

El nacimiento de Jesús. Cuento de Navidad

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Disfruta con la fábula «El nacimiento de Jesús«, una historia aleccionadora que te puede ayudar en tu vida. Si sigues leyendo está fábula encontraras, tal vez, una solución a lo que estás buscando.

¿Te has preguntado alguna vez cuando lees una fábula en que te puede ayudar en tu vida?. Si dudas sigue leyendo está fábula y encontraras, tal vez, una solución a lo que estás buscando.

No importa la edad que tengas; una fábula como una parábola te marca un camino que puedes seguir.

Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos.

? El nacimiento de Jesús en Belén

Allí se dirigieron y encontraron las cuevas como le había dicho el posadero.

José entró en una de ellas. Solo estaba ocupada por un buey que mansamente rumiaba la paja que comía de un pesebre.

Entonces José le dijo: María, ésta es espaciosa, espera un poco que la limpie.

Limpió lo mejor que pudo aquel lugar, puso una manta en el suelo y acompañó a María para que se echara sobre ella.

Bajó todos los enseres que llevaban sobre el burro y a éste lo puso junto al buey a que comiera del pesebre.

La noche cayó y una luna llena apareció por detrás de las lomas inundando con su luz argenta todo el paraje.

José cuida de María

Después de coger leña José dijo: María voy a encender un fuego con estos troncos que he encontrado en los alrededores

Gracias José, este calor se agradece.

Por lo tanto José dijo: María voy a buscar un poco más de leña para que no se apague el fuego.

María que se encontraba echada en la manta junto al fuego le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en el pesebre.

José que se encontraba recogiendo leña al escuchar el llanto de un niño entró a toda prisa en la cueva y vio como María colocaba al Niño en el pesebre y el buey y el burro lo miraban con sus grandes charolados ojos.

?El vídeo del nacimiento de Jesús en Belén

?Comprensión lectora

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El nacimiento del niño Jesús, por Belencribs

El nacimiento del niño Jesús

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1 / 6

¿Dónde puso San José al burro?

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¿Qué hizo José?

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¿Qué había en la cueva?

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¿Dónde colocó María al Niño?

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¿Quién se lo había dicho?

6 / 6

¿Qué encontraron?

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? Saga de Cuentos de Navidad ✨
En BelenCribs te hemos preparado una fascinante saga de cuentos de navidad para que lo disfrutes en familia y con los amigos. Aquí tienes el siguiente capítulo, entra y continúa con la historia:
? Los pastorcitos de Belen

1.- ¿Qué encontraron?

1.- Un portal

2.- Una cueva

3.- Una casa

2.- ¿Quién se lo había dicho?

A.- Un pariente

B.- Un amigo

C.- El posadero

3.- ¿Qué había en la cueva?

A.- Una mula

B.- Un buey

C.- Una oveja

4.- ¿Dónde puso san José al burro?

A.- En la puerta

B.- Junto al establo

C.- Junto al buey

5.-¿Qué hizo José?

A.- Encender fuego

B.- Hacer la comida

C.- Hacer la colada

6.- ¿Dónde colocó María al Niño?

A.- En una cuña

B.- En un pesebre

C.- En la cama

Test de ortografía El nacimiento de Jesús

1. di_ieron

 
 

2. cue_as

 
 

3. li_pie

 
 

4. apareci_

 
 

5. agrade_e

 
 

☑️Actividades

✍️1.- Imprime y colorea este nacimiento

Maestros de Corazón: Figuras para colorear (Belén,nacimiento,natividad,navidad) III

2.- Adivina adivinanza:

Sin mí no tendrías pan, ni pasteles, ni empanada.
Nazco verde y estoy dorado por los días de San Juan.

❓3.- Acertijo:

¿Cuál es la estrella que no tiene luz?

Si no sabes las respuestas las tienes al final de página.

Colección especial de fábulas y cuentos infantiles
En BelenCribs encontrarás muchas fábulas, cuentos infantiles e historias dedicadas a los niños y a su formación en valores. Entra en las secciones y visita el cuento que más te guste. Tambien podrás realizar las actividades que te hemos preparado:

?La espera de un nuevo miembro de la familia.

Lo mismo que ocurriría en la familia de Nazaret sucede en la inmensa mayoría de los matrimonios.

La Virgen, una muchacha joven, iba a tener la experiencia de ser madre, aunque fuera de una manera singular y única.

Vivir la experiencia de ser padre o madre por primera vez, es una nueva etapa que marca la vida del matrimonio.

Los hijos no vendrán con un manual de instrucciones bajo el brazo.

Los esposos deben ser conscientes de que todos los bebés son diferentes y únicos, de la misma forma que lo son cada padre y cada madre, así como las relaciones que se establecen entre ellos.

Así pues, la llegada de un bebé suele provocar que los nuevos padres se hagan muchas preguntas: ¿Cómo será la nueva vida con una criatura?

Por tanto, la llegada de un bebé implica muchos cambios en el ritmo de vida de un matrimonio.

Lógicamente la llegada de un hijo, llena de alegría a los padres, aunque, en ocasiones, se pueden sentir desbordados ante los nuevos retos.

Preguntas que se hacen los padres

Hay una serie de preguntas que se hacen los padres primerizos: ¿Qué le pasa cuando llora? ¿Tiene hambre o sueño? ¿Y si se pone enfermo? ¿Sabré lo que le pasa? ¿Cómo lo aseo? ¿Sabré hacerlo?…

Todas estas dudas son normales y no hay que angustiarse ya que se está viviendo una nueva situación y hay que adaptar el estilo de vida a las características del nuevo hijo para cuidarlo con afecto y paciencia.

Antes de que llegue el bebé, los padres suelen tener todo el material necesario, ropa, pañales, cuna y otros objetos que el bebé necesite, preparado

Por ello es habitual que los padres piensen mucho en cómo será el hijo y la vida con él.

La ilusión de hacer lo mejor para el hijo

También conviene señalar, que en el momento del nacimiento a veces no se poden poner en práctica muchas de las ideas que se habían planeado durante el embarazo, como le ocurría a la Virgen, que tuvo que dar a luz en unas penosas circunstancias

Por ello, es importante no sentirse decepcionados si no se puede llevar a cabo todas estas cosas que tanto se desean al principio.

Toda la vida de María está penetrada de una profunda sencillez. Ser madre del Redentor lo realizó siempre con naturalidad como hacen la inmensa mayoría de las madres que van a tener un hijo.

Ella preparó los pañales y la ropa con un cariño inmenso, en ningún momento alardea de sus especiales privilegios.

La Virgen y San José, dentro de las excepcionales circunstancia, se sintieron felicísimos.

La Virgen Madre

El Evangelio relata cómo los pastores acuden presurosos a encontrar al Niño y reconocen en Él lo que les habían anunciado los ángeles.

El texto está lleno de expresiones de admiración, asombro y sorpresa: maravillarse, glorificar, alabar, ponderar…

La Navidad provoca en nosotros estos mismos sentimientos. Queremos aprovechar todo lo que sucede en el portal para disfrutar del amor de Dios que se quiere derramar en nuestros corazones. Hoy lo hacemos de la mano de la Madre de Dios, que es también nuestra madre.

Con el Nacimiento la salvación del mundo ha comenzado. El Rey del universo ha elegido a María para hacerla su madre.

Este misterio no cabe fácilmente en nuestras cabezas, ni en nuestros pobres esquemas: Dios ha querido contar con el sí de una mujer, de una adolescente.

La Virgen no se pregunta por qué había sido elegida precisamente ella, le basta saber que Dios está detrás, que es su voluntad.

Mirar al belén con ojos de niño

María contagia a su alrededor, en los belenes de ayer y de hoy, esta actitud de admiración. Todo lo que vemos nos lleva a dar gracias.

Contemplamos a María y disfrutamos de la visita de los pastores, del cariño de su esposo, de la noche estrellada que ha contemplado este misterio.

Y al alrededor del belén todos vivimos esa atmósfera de alegría. María es la mejor muestra de lo que hace Dios en los hombres y en las mujeres que se dejan querer.

Ahora, podemos preguntarnos: ¿Qué significa para mí que María sea Madre de Dios? ¿Cómo lo experimento personalmente?

La Virgen nos confirma en la fe

El Papa Francisco decía que «la Madre del Redentor nos precede y continuamente nos confirma en la fe, en la vocación y en la misión.

Con su ejemplo de humildad y de disponibilidad a la voluntad de Dios nos ayuda a traducir nuestra fe en un anuncio del Evangelio alegre y sin fronteras.

Tenemos que ver que María es Madre de Dios y Madre nuestra»

Nos podemos preguntar, llenos de estupor: «¿Cómo podemos amar a Dios con toda nuestra mente si apenas podemos encontrarlo con nuestra capacidad intelectual?

¿Cómo amarlo con todo nuestro corazón y nuestra alma si este corazón consigue sólo vislumbrarlo de lejos y siente tantas cosas contradictorias en el mundo que nos oscurecen su rostro?

Dios se ha hecho niño por nosotros y así ha disipado toda ambigüedad. Se ha hecho don por nosotros. Se ha dado a sí mismo.

La Navidad se ha convertido en la fiesta de los regalos para imitar a Dios que se ha dado a sí mismo».

Si acogemos ese don, si dejamos que el Señor nos regale su vida, seremos también nosotros don para los demás. Nos convertiremos, entonces, en regalo para Dios y para quienes nos rodean.

El canto de los Ángeles

Los Ángeles cantan a voces esta maravilla. Se asombran ellos mismos de que una mujer haya dado a luz al Hijo de Dios.

No salen de su sorpresa y cantan el primer villancico de la historia: «Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres en los que Él se complace» (Lc 2,14).

Entonan este canto de júbilo y se deleitan mirando a María, al Niño y a Dios Padre embelesado.

Como resultado, nuestras almas se serenan en el portal y descubrimos allí lo que llena de complacencia a Dios, lo que le enamora, lo que le entusiasma.

Hemos venido corriendo, pero vamos recuperando el aliento. El suave canto de los ángeles es como una canción de cuna para dormir a Jesús y para acogernos a nosotros.

Nuestra experiencia nos ha demostrado muchas veces que no somos capaces de cumplir siempre y en todo la voluntad de Dios.

Sin embargo, con la ayuda de la Virgen sí que podemos guardar su Palabra y ponderarla en nuestro corazón.

Eso está a nuestro alcance. Así podemos estar seguros de que se cumplirá todo lo que nos ha dicho el Señor, su Palabra se puede encarnar en nuestras vidas, su sangre correrá por nuestras venas.

Nosotros queremos calentarnos en esta noche fría dentro del portal. Nos gustaría que la oscuridad y la humedad no entraran en nuestra alma.

Deseamos recibir a Jesús con la misma pureza, humildad y devoción con que lo hizo nuestra Madre; acoger su Palabra con la misma gracia y con igual alegría para derramarla, como Ella, por el mundo entero.

 

Repuesta a la adivinanza: El trigo

Respuesta al acertijo: La estrella de mar

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