Disfruta con la fábula «La zorra que comió demasiado«, una historia aleccionadora que te puede ayudar en tu vida. Si sigues leyendo está fábula encontraras, tal vez, una solución a lo que estás buscando.
Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las fábulas, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.
Recuerda que puedes subscribirte de forma gratuita para estar al tanto de todas nuestras novedades, y apoyar a la web.
🦊La zorra que comió demasiado
– Tengo mucha hambre. ¡Si no como algo pronto me voy a desmayar!
En ese momento vio a un pastor que se sentó sobre la hierba. La zorra lo observaba El pastor sacó de su zurrón un buen queso y una gran hogaza de pan.
– La boca se me hace agua viendo esos ricos manjares. Esperaré a que termine, seguro que dejará las migajas.
La zorra se llevó una grata sorpresa al ver que cuando el pastor terminó su almuerzo envolvió el queso y el pan sobrante y lo introdujo en el hueco de un árbol.
El pastor se alejó para buscar las ovejas. La zorra se dijo
– Esta es la mía, que suerte he tenido.
Aunque el hueco era estrecho la zorra pudo llegar hasta donde estaba el hatillo, desató el nudo y comenzó a comerse el pan con queso.
– Que suerte la mía el pan todavía está caliente y el queso es de los que me gustan a mi
Como tenía tanta hambre se zampó el pan y el queso en un plis plas
Comió tan rápido que su barriga se hinchó como un globo. Cuando intentó salir de aquel agujero no podía. Por muchos esfuerzos que hizo le fue imposible salir.
Entonces comenzó a pedir ayuda.
Una zorra anciana que pasó por allí al escuchar los lamentos preguntó:
¿Qué te pasa? ¿a qué viene esos gritos?
La zorra explicó todo lo sucedido y concluyó:
Como mi panza ha engordado mucho no puedo salir, me he quedado aquí encajada.
La anciana zorra le dijo
No tengo herramientas para ayudarte lo único que puedo hacer es aconsejarte
Y que me aconsejas
Que practiques la virtud de la paciencia, es decir, esperar un tiempo a que digieras todo lo que has comido, entonces, tu barriga volverá a adquirir su forma y tu podrás salir.
🎥El vídeo del La zorra que comió demasiado
Moraleja: Hay problemas que se resuelven solos. Simplemente hay que mantener la calma y esperar que vengan tiempos mejores.
📜Comprensión
1.- ¿?
A.-
B.-
C.-
2.- ¿?
A.-
B.-
C.-
3.- ¿?
A.-
B.-
C.-
4.- ¿?
A.-
B.-
C.-
5.- ¿?
A.-
B.-
C.-
6.- ¿?
A.-
B.-
C.-
☑️Actividades
⌛1.- Adivina adivinanza:
❓2.- Acertijo:
TEST DE ORTOGRAFÍA
👉¿Qué nos enseña La zorra que comió demasiado?
Más vale maña que fuerza, nos dicen desde niños para insistir en la importancia de utilizar la cabeza para solucionar los problemas. Pensar es la solución para la mayoría de dificultades que nos encontramos en nuestra vida. Puede suceder, sin embargo, que el acto de pensar devenga en un problema, una seria dificultad que nos bloquee, un muro ante el que nos podemos dar dolorosamente de bruces afectando de forma negativa a nuestra toma de decisiones. ¿Quién no se ha encontrado alguna vez dando vueltas a un problema sin encontrar la solución pero, al tiempo, sin poder dejar de pensar en ello? y en algunos problemas lo que tenemos que hacer es dejar pasar el tiempo
👉¿Cómo te puede ayuda La zorra que comió demasiado?
El pensamiento excesivo, o sobrepensamiento, “se alimenta de la angustia. Es como si tuviéramos una voz interna que actúa como un feroz castigador, alguien que pone en duda cada cosa que hacemos o decimos, alguien que nos recuerda los errores del ayer y se empeña en alimentarnos a base de miedos, de suposiciones, victimismos e incertezas”.
La persona que cae en este estado psicológico no tiene control sobre sus pensamientos, “la preocupación no se detiene, no tiene botón de apagado y algo así genera no solo un gran agotamiento físico y mental”. El estado de ánimo “se vuelve debilitante, y lo que es peor, quien piensa en exceso solo se centra en los problemas, jamás en las soluciones”.
👉Reflexión sobre La zorra que comió demasiado
Pensar mucho o poco no es malo, lo que hay que considerar es la función de los pensamientos, por ejemplo, cuando los usamos para evitar otros pensamientos u otros sentimientos que nos resulten desagradables.
En definitiva, ¿qué consideramos un problema? Va a depender de la proporción que hay entre una contrariedad cualquiera y las habilidades con las que contamos para solucionarlo.
Para un niño pequeño, salir solo a la calle con la intención de buscar a su madre en su lugar de trabajo es un inconveniente mayúsculo. Sin embargo, para un adolescente o un adulto, no significa gran cosa.
Es verdad que es fácil decirlo y difícil hacerlo. ¿Por qué? Porque los inconvenientes suelen provocarnos angustias, furias, miedos o fantasías que a veces poco tienen que ver con la realidad externa y mucho tienen que ver con experiencias emocionales. Es decir, es probable que contemos con más recursos de los que creemos para solucionar los problemas que nos aquejan.
Repuesta a la adivinanza: La guitarra
Respuesta al acertijo: El tren