En este cuento podrás descubrir
Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las fábulas, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.
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Nombre del cuento: Morir por amor. Santa Inés
Se oye a menudo, en las canciones, en las novelas, en las historias de amores infelices. Los enamorados que morían con el corazón roto en las grandes historias de amor sufrían la imposibilidad de poder estar al lado de la persona amada. Sin embargo, nuestro personaje murió por amor para reunirse con la persona amada.
Inés, era una joven de noble cuna perteneciente a la gens Claudia, es decir a la alta nobleza romana .
Su belleza atrajo la atención de muchos jóvenes de su entorno entre los que se encontraba ellos el hijo del Prefecto de Roma.
Lucía estoy locamente enamorado de ti y deseo hacerte mi esposa.
Mira Valerio ya sé que me amas, pero mi corazón y mi vida las he entregado a mi Señor Jesucristo.
Te haré que desistas de ese amor hablaré con tu padre y le obedecerás como buena hija que eres.
No insistas mi amor está por encima de todo.
Valerio habló con el padre de Inés.
Al día siguiente el padre le dijo:
Hija no seas testaruda Valerio es un buen partido tiene una buena posición y formáis una pareja estupenda.
Padre, yo he entregado mi amor a Jesucristo del que estoy totalmente enamorada.
Su padre presionado por la familia de Valerio la encerró en un prostíbulo. Nadie se atrevió a tocarla porque su Ángel la protegía.
Viendo Valerio que Inés no desistía de su decisión la denunció.
El Prefecto la llevó a la plaza y le dijo: renuncia a ese amor que tienes por un tal Jesús y cásate con mi hijo.
Si te niegas te desnudaré delante de todo el público en medio de la plaza.
Haced lo que queráis mi Jesús cuidará de mí.
Lleno de rabia desnudó a Inés a la vista de todos, pero milagrosamente su cabello creció de tal manera que la envolvió por completo.
Entonces el Prefecto vociferó: renuncia a tu fe.
No puedo hacerlo mi amor es más grande que tus torturas. Moriré por amor
El Prefecto totalmente desquiciado gritó: ¡Quemadla viva!
Pero también las llamas se negaron a lamerla.
Dirigiéndose a los verdugos les dijo: Degolladla con esta espada.
Cuando la cabeza de Inés cayó al suelo sus propios verdugos lloraron por ella.
El vídeo del cuento
Ejercicio de comprensión lectora.
{Quiz}
Si lo prefieres, aquí te dejamos todas las preguntas para que lo imprimas y practiques en casa o en el cole.
1.- ¿Cuál era el nombre de la muchacha?
A.- Pilar
B.- Daría
C.- Inés
2.- ¿Qué llamó la atención de los jóvenes?
A.- Su forma de hablar
B.- Su forma de vestir
C.- Su belleza
3.- ¿Quién se enamoró de ella ?
A.- El hijo del emperador
B.- El hijo del prefecto
C.- El hijo de Platón
4.- ¿Cómo se llamaba el hijo?
A.- Valeriano
B.- Valerio
C.- Vicario
5.- ¿Qué le dijo el Prefecto?
A.- Que subiera al estrado
B.- Que estuviera atenta
C.- Que renunciara de su fe
6.- ¿Qué le respondió la muchacha?
A.- Que moriría por amor
B.- Que moriría por sus estudios
C.- Que moriría por su posición
Actividades.
1.- Adivina adivinanza:
¿Qué es lo que hace una vaca cuando sale el sol?
2.- Acertijo:
Si un gallo situado encima de un tejado pone un huevo y el viento va hacia la derecha, ¿hacia dónde caerá el huevo?
Las soluciones al final de la página
3.-Test de ortografía:
4.-Ahorcado:
Completa las siguientes palabras con la letra correcta. Si no la sabes, búscala en el cuento.
¿Qué nos enseña: Morir por amor. Santa Inés?
Lo primero que debemos preguntarnos es ¿Qué es un mártir?
Los mártires son cristianos que dan su vida por mantenerse fieles en el seguimiento de Jesucristo. La palabra griega «mártir» significa “testigo”.
En el martirio se da testimonio de la fe en Cristo, porque se está dispuesto a morir antes que abandonar la fe en tiempos de persecución. El Catecismo de la Iglesia enseña que “el deber de los cristianos de tomar parte en la vida de la Iglesia, los impulsa a actuar como testigos del Evangelio y de las obligaciones que de él se derivan. Este testimonio es transmisión de la fe en palabras y obras. El testimonio es un acto de justicia que establece o da a conocer la verdad (cfr. Mt 18, 16)”.
¿Cómo te puede ayudar: Morir por amor. Santa Inés?
San Josemaría decía: Sabed que fuisteis rescatados de vuestra vana conducta…, no con plata u oro, que son cosas perecederas, sino con la sangre preciosa de Cristo (1 Pt 1, 18-19). No nos pertenecemos. Jesucristo nos ha comprado con su Pasión y con su Muerte. Somos vida suya. Ya sólo hay un único modo de vivir en la tierra: morir con Cristo para resucitar con Él, hasta que podamos decir con el Apóstol: no soy yo el que vivo, sino que Cristo vive en mí (Gal 2,20) (Via Crucis XIV estación).
En el Evangelio leemos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará”. (Lc 9, 23-34)
Los mártires, que han sido llamados a tal acto supremo, han transitado el camino de seguimiento de Cristo por medio de la práctica de las virtudes. Y es por eso que han sido capaces de llegar al punto de dar su vida por Cristo como Él lo hizo: “quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho” (Lc 16,10).
Son numerosas las virtudes que destacan en ellos, que son don de Dios y fundamento de los actos heroicos. Luego otras virtudes que distinguen a los mártires son la justicia, porque no están dispuestos a renunciar a la verdad; la fortaleza, que les permite resistir en defensa de la misma; y la magnanimidad, porque elevan su mirada valientemente por encima de los obstáculos.
En definitiva, vivieron y murieron con “la esperanza cierta de que nada ni nadie les podía separar del amor de Dios que nos ha sido donado en Jesucristo”. (Papa Francisco, Audiencia 28-VI-2017)
Reflexión sobre: Morir por amor.
El Papa Benedicto XVI responde diciendo: “De la profunda e íntima unión con Cristo, porque el martirio y la vocación al martirio no son el resultado de un esfuerzo humano, sino la respuesta a una iniciativa y a una llamada de Dios; son un don de su gracia, que nos hace capaces de dar la propia vida por amor a Cristo y a la Iglesia, y así al mundo. Si leemos la vida de los mártires quedamos sorprendidos por la serenidad y la valentía a la hora de afrontar el sufrimiento y la muerte: el poder de Dios se manifiesta plenamente en la debilidad, en la pobreza de quien se encomienda a él y sólo en él pone su esperanza (cfr. 2 Co 12, 9). Pero es importante subrayar que la gracia de Dios no suprime o sofoca la libertad de quien afronta el martirio, sino, al contrario, la enriquece y la exalta: el mártir es una persona sumamente libre, libre respecto del poder, del mundo: una persona libre, que en un único acto definitivo entrega toda su vida a Dios, y en un acto supremo de fe, de esperanza y de caridad se abandona en las manos de su Creador y Redentor; sacrifica su vida para ser asociado de modo total al sacrificio de Cristo en la cruz. En una palabra, el martirio es un gran acto de amor en respuesta al inmenso amor de Dios”.].
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Respuesta a la adivinanza: Sombra
Respuesta: Los gallos no ponen huevos