El campesino sabio y el caballo

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Disfruta con la fábula «El campesino sabio y el caballo», una historia aleccionadora que te puede ayudar en tu vida. Si sigues leyendo está fábula encontraras, tal vez, una solución a lo que estás buscando.

Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las fábulas, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.
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El campesino sabio y el caballo

Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo.

Un día su hijo le dijo: “Padre, qué desgracia, se nos ha ido el caballo”. Su padre respondió: “Veremos lo que trae el tiempo…”. A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. Unos días después, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo. El muchacho se quebró una pierna. “Padre, qué desgracia, me he roto la pierna”. Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció: “Veamos lo que trae el tiempo…”. El muchacho se lamentaba: que mala suerte tengo todo me sale mal.

El padre insistía: no te quejes veamos lo que trae el tiempo

Pocos días después pasaron por la aldea los soldados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Fueron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo. El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.

La moraleja: la vida da muchas vueltas, y lo que parece malo luego resulta bueno, y al revés. Hay que saber esperar, y sobre todo confiar en Dios, porque todo es para bien.

Moraleja: La paciencia es una gran virtud

El vídeo de El campesino sabio y el caballo

 

Ejercicio de comprensión lectora.

Ahora que has completado la lectura de “El campesino sabio y el caballo}” ahora puedes realizar este trivia que hemos preparado para probar tu comprensión lectora. ¡Vamos a ello!
{Quiz}
Si lo prefieres, aquí te dejamos todas las preguntas para que lo imprimas y practiques en casa o en el cole.

1.- ¿De qué pais era el campesino?
A.- América
B.- África
C.- China
2.- ¿Cómo era?

A.- Era rico
B.- Era sabio
C.- Era mañoso

3.- ¿Co quién trabajaba la tierra?
A.- Con un tractor
B.- Con su hijo
C.- Con su mujer
4.- ¿Qué le dijo un día su hijo?

A.- Que se marchaba
B.- Que el caballo se fue
C.- Que tenia hambre

5.- ¿Qué le dijo el padre?
A.- Que estuviera tranquilo
B.- Veremos lo que trae el tiempo
C.- Veremos muchas cosas
6.- ¿Qué le pasó al hijo?
A.- Se rompió una pierna
B.- Se rompió un brazo
C.- Se rompió la cabeza
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Actividades.

1.- Adivina adivinanza:

¿Qué animal anda con una pata?

2.- Acertijo:

Si un gallo que se encuentra encima de un tejado pone un huevo y el viento va hacia la derecha, ¿hacia dónde caerá el huevo?

Las soluciones al final de página.

3.-Test de ortografía:

1. ca_allo

 
 

2. tra_ajaba

 
 

3. _eremos

 
 

4. despu_s

 
 

5. e_periencia

 
 

4.-Ahorcado:

Completa las siguientes palabras con la letra correcta. Si no la sabes, búscala en el cuento.

Colección especial de fábulas y cuentos infantiles
En BelenCribs encontrarás muchas fábulas, cuentos infantiles e historias dedicadas a los niños y a su formación en valores. Entra en las secciones y visita el cuento que más te guste. También podrás realizar las actividades que te hemos preparado:

¿Qué nos enseña El campesino sabio y el caballo?

La paciencia es una gran virtud. La paciencia no es la habilidad de esperar, sino la habilidad de esperar con una buena actitud?. Un proverbio que nos viene : «la paciencia es la madre de la ciencia», también lo podríamos cambiar por «la paciencia es la madre de todas la virtudes». No en balde el refranero de la lengua castellana, es muy prolijo en elogios a la paciencia.

En realidad, la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo malo se hace bueno y lo bueno, malo. Lo mejor es aceptar el presente, “rendirse a lo que es”, aquí y ahora … el mañana vendrá y, muy probablemente, aquello que ahora pueda parecerte duro, o difícil, o doloroso y oscuro … brotará en forma de fortaleza, madurez, armonía, bienestar y luz … porque todo sucede, aunque no lo veamos al principio, para bien.

En muchos aspectos, nuestra vida es como la de ese joven muchacho chino. Hemos de dejar de lamentarnos acepta lo que es, ten una actitud abierta a lo que venga, sé feliz con lo que tienes aquí y ahora … Dios te entregará, cuando él lo crea oportuno, lo bueno que mereces.

¿Cómo te puede ayudar El campesino sabio y el caballo?

Cuando perdemos la paciencia todo va a peor. Y cuando se trata de nuestros hijos, peor todavía. Pero es que el cansancio del día a día, el estrés y todo lo que nos rodea hace que muchas veces perdamos la calma y les gritemos.

Que hacer para no perder los nervios.

Los niños no son personas adultas y, por tanto, hacen cosas de niños como no obedecer a la primera, querer tocar lo todo, cuestionar la autoridad de los padres, querer jugar sin parar para comer o dormir, decidir qué abrigo ponerse aunque sea verano, etc.

A cualquier hora del día (si es de noche se pierde más la paciencia) y en cualquier lugar: en la calle, en casa, en la bañera, mientras yo hablo por teléfono o cocino, etc.

Mientras yo necesito descansar de un día agotador, mi hijo necesita la atención de su madre y padre: ya sea jugando o preguntando, con mimos o con regañinas, si todo lo demás falla.

Reflexión sobre El campesino sabio y el caballo

Los niños ni en comer, ni en vestirse, ni en caminar, ni para llegar a ningún sitio, ni en crecer. La prisa es de los adultos. ¡Prisa para todo; hasta para amar! Cuánta más prisa, menos paciencia.

Ellos simplemente necesitan hacerlas y a su ritmo. En cambio los adultos, sí. Cuánto más cosas por hacer, más estrés y menos paciencia.

No es cosas de niños hacer las cosas bien. Sí es cosa de padres exigir o esperar que las hagan bien: obedezcan a la primera, ordenen, jueguen sin alboroto, comprendan a los hermanos, se lo coman todo, se duchen sin protestar, hagan bien sus deberes, etc.

Los hijos necesitan de nuestro tiempo y dedicación, pero cuando no lo tenemos en cuenta, nos hace perder la paciencia.

La paternidad es amor incondicional, que seguro practicas cuando tu hijo te sonríe con esa carita tan linda. También es la misma carita linda de quien te hace perder la paciencia y gritarle o exigirle.

Nosotros necesitamos también a nuestros hijos. Abrir nuestro corazón, jugar, cantar, danzar sin por ello perder nuestra parte de adulto responsable que se vuelve más flexible, amoroso y sin exigencias.

Respuesta a la adivinanza: El pato

Respuesta al acertijo: Hacia ningún lado porque los gallos no ponen huevos

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