En este cuento de «¿Cuándo hemos de rezar?» te enseña una lección importante que la oración es una experiencia que han tenido millones de personas a lo largo de los siglos. Que podemos hablar con Dios constantemente y escuchaban a Dios en el Nuevo Testamento, Jesús nos enseña cómo podemos relacionarnos con nuestro Padre Dios.
Además, disfruta con las actividades que te hemos preparado después del cuento. También, si lo deseas, puedes ver esta en fábula en formato vídeo.
?¿Cuándo hemos de rezar?
Un abuelo preguntaba a su pequeña nieta si rezaba sus oraciones todas las noches antes de dormir.
Si abuelito rezo todas las noches.
¿Y por las mañanas también rezas?
No rezo por las mañanas.
“Y ¿por qué no?”.
Entonces la nietecita con mucha naturalidad le dijo: “Es que en las mañanas no me da miedo”.
Se puede pensar que no es necesario rezar si no se requiere algo. Pero en ese caso, estaríamos viendo la oración como una “varita mágica”, dice el Papa.
Hay que evitar convertir nuestra relación con Dios en algo “mágico”, pues la oración es, ante todo, un diálogo con el Señor, no un medio para obtener nuestros deseos.
Al rezar podemos caer en el riesgo de no ser nosotros quienes servimos a Dios, sino pretender que sea Él quien nos sirva a nosotros.
El Papa nos invita aprender de la oración del “Padre nuestro”, en donde antes de pedir, queremos que se cumpla la voluntad de Dios.
El apóstol Pablo nos recuerda que nosotros no sabemos lo que sea conveniente pedir. Por ello, la primera actitud para rezar es hacerlo con humildad confiando que Dios nos dará lo más conveniente: Él sabe mejor que nosotros lo que más nos conviene para nuestra salud espiritual.
El tiempo de Dios no es nuestro tiempo.
Muchas veces, el penúltimo día es muy feo, porque los sufrimientos humanos son feos. Pero el Señor está y en el último día Él resuelve todo.
?El vídeo de cuándo hemos de rezar
?Comprensión lectora
1.- ¿Qué le preguntó el abuelo a la nieta?
A.- Que si sabía cantar
B.- Si sabia sumar
C.- Si rezaba
2.- ¿Cuándo lo hacía la nieta?
A.- Por el día
B.- Por las noches
C.- Por las tardes
3.- ¿Rezaba por las mañanas?
A.- Si
B.- No
C.- Alguna vez
4.- ¿Qué hemos de evitar?
A.- Que la oración sea mala
B.- Que la oración sea algo mágico
C.- Que la oración sea neutra
5.- ¿Qué nos pide el Papa?
A.- Que seamos buenos
B.- Que recemos el Padre nuestro
C.- Que recemos el Avemaría
6.- ¿Es el tiempo de Dios nuestro tiempo?
A.- No
B.- Si
C.- Alguna vez
Test de ortografía: ¿Cuándo hemos de rezar? Un lindo cuento de origen peruano ?
☑️Actividades
⌛Adivina adivinanza
Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado ni cigarra. ¿Quién soy?
❓Acertijo
Vuelo de noche, duermo en el día y nunca veras plumas en ala mía.
Si no sabes las respuestas las tienes al final de página
✨El poema de hoy
¡Ya!… grito al oír los latidos
del despertar. Los párpados
de mis ojos entumecidos
por el sueño pesan con la gravidez
de la pereza. Sobre
mi cuerpo adormilado
fuerte látigo de amor me flagela.
Siento poco a poco los duros golpes
del azote divino,
mientras mis labios rozan
el frío suelo y mi corazón rendido,
palpitando, en silencio reza
de nuevo a voz en grito: ¡ya!…¡ya!… serviam!
By: Manuel Ángel Nicolás
?¿Cuál es la moraleja de la fábula de cuando hemos de rezar?
En el cuento de cuando hemos de rezar se nos dice que siempre . Dios nos espera en la oración
La oración es una experiencia que han tenido millones de personas a lo largo de los siglos.
Podemos hablar con Dios constantemente. Ya en Antiguo Testamento, Abraham, Moisés y los profetas hablaban y escuchaban a Dios.
En el Nuevo Testamento, Jesús nos enseña cómo podemos relacionarnos con nuestro Padre Dios.
Los santos son ejemplo de que en cualquier época y circunstancia Dios busca a cada persona y ésta puede responderle manteniendo con Él un verdadero diálogo.
?¿Cómo te puede ayudar la moraleja de la fábula de cuando hemos de rezar?
“Para escuchar al Señor, es necesario aprender a contemplarlo, a percibir su presencia constante en nuestra vida; es necesario detenerse a dialogar con Él, dejarle espacio en la oración.
El Papa Francisco en una audiencia del 1 de mayo de 2013 decía: “Cada uno de nosotros, también vosotros muchachos, muchachas, jóvenes, tan numerosos esta mañana, debería preguntarse: ¿qué espacio dejo al Señor? ¿Me detengo a dialogar con Él?
Desde que éramos pequeños, nuestros padres o abuelos nos acostumbraron a iniciar y a terminar el día con una oración, para educarnos a sentir que la amistad y el amor de Dios nos acompañan. Recordemos más al Señor en nuestras jornadas”.
?Reflexiones sobre la moraleja de la fábula de cuando hemos de rezar.
Todos los hombres están llamados a la comunicación con Dios. Por la creación, Dios llama a todo ser desde la nada a la existencia.
Incluso después de haber perdido, por su pecado, su semejanza con Dios, el hombre sigue siendo imagen de su Creador. Conserva el deseo de Aquel que le ha creado y le busca.
Cuando rezamos, es decir, cuando hablamos con Dios, el que ora es todo el hombre. Es el corazón el que ora.
La oración no se reduce al brote espontáneo de un impulso interior: para orar es necesario querer orar y aprender a orar. Aprendemos a hablar con Dios a través de la Iglesia: escuchando la palabra de Dios, leyendo los Evangelios y, sobre todo, imitando el ejemplo de Jesús.
Repuesta a la adivinanza: La rana
Respuesta al acertijo: El murciélago