En este cuento podrás aprender a que cuando damos una palabra o hacemos una promesa hemos de cumplirla. Léelo y visualiza el vídeo
Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las fábulas, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.
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Cumplir las promesas
Estaba hablando Pablo y María cuando esta le dijo a Pablo:
¡Oye, Pablo! ¿Recuerdas que prometiste ayudarme a preparar el examen de matemáticas?
Ah… sí, pero es que hoy tengo muchas ganas de ir a jugar fútbol con los amigos.
Pero quedamos en hacerlo hoy. Dijiste que me ayudarías.
Bueno… sí, pero no pensé que justo hoy harían un partido. ¡Es una oportunidad que tengo de jugar!
¿Y mi examen? Necesito prepararlo hoy, la maestra nos hace el examen mañana.
¿No puedes hacerlo sola?
Pablo, si das tu palabra, debes cumplirla. Si no, ¿Cómo confiaré en ti la próxima vez?
Pero… es que me apetece jugar.
No se trata solo una ayuda, es la promesa que hiciste. Mi padre siempre dice: Las palabras son como puentes, si los rompes, la gente deja de cruzarlos.
No quiero que dejes de confiar en mí…
Entonces, cumples lo que me dijiste.
Tienes razón, las promesas son para cumplirlas. Te ayudaré con el examen. El fútbol puede esperar, pero una promesa no.
Gracias, veo que tienes palabra y cumples lo que prometes.
Moraleja: Cuando hagamos una promesa hay que cumplirla
El vídeo del cuento
Ejercicio de comprensión lectora.
{Quiz}
Si lo prefieres, aquí te dejamos todas las preguntas para que lo imprimas y practiques en casa o en el cole.
1.- ¿Como se llama el chico?
A.- Bartolo
B.- Mateo
C.- Miguel
2.- ¿Como se llama la chica?
A.- Matilde
B.- María
C.- Núria
3.- ¿Qué prometió el chico?
A.- Que no le importaba
B.- Que le ayudaría
C.- Que trabajarían
4.- ¿Qué dijo el chico?
A.- Que quería estudiar
B.- Que quería jugar al futbol
C.- Que esperara
5.- ¿Qué le dijo la chica?
A.- Que se verían
B.- Le recordó lo del examen
C.- La animó
6.- ¿Qué hizo el chico?
A.- No hacerle caso
B.- Cumplir su promesa
C.- Pedir perdón
Actividades.
1.- Adivina adivinanza:
Salgo todas las mañanas y por la tarde me escondo, doy luz y calor y redondo soy, ¿Quién soy?
2.- Acertijo:
Por fuera muy colorido, por dentro una sorpresa, un lazo y una cinta y el nombre de un ser querido. ¿Qué es?
Las soluciones al final de la página
3.-Test de ortografía: Si quieres ejercicios de ortografía ve a nuestra página: https://www.aplicaciones.info/
4.-Ahorcado:
Completa las siguientes palabras con la letra correcta. Si no la sabes, búscala en el cuento.
¿Qué nos enseña cumplir las promesas?
Hacemos promesas por diferentes razones y motivos, que podrán ser más o menos buenos. Algunas promesas las cumplimos y otras no. ¿Por qué hacemos promesas y por qué las cumplimos o no las cumplimos?
Creo que en función de quién nos pide un favor, qué nos pide y en qué circunstancias nos encontramos:
- Cumplimos la promesa de manera esperada y en un plazo útil para la persona a la que ayudamos.
- Cumplimos la promesa pero hemos tardado tanto que al otro ya no le sirve o ya se ha buscado la vida por otro lado.
- No cumplimos la promesa porque nos olvidamos de ella.
- No cumplimos la promesa y nos acordamos pero esperamos que el otro no se acuerde. Cumplimos la promesa en un plazo razonable pero el otro ya se ha buscado la vida por otro lado sin avisarnos.
¿Cómo te puede ayudar cumplir las promesas?
Tenemos una predisposición a querer ayudar y sentirnos útiles. Tal vez creas que no es así porque te han dicho que no unas cuantas veces. Pero reflexiona si realmente no te querían ayudar o por alguna razón no podían en ese momento. Es más, por todos los que no pueden o quieren ayudar tendrás en el otro lado de la balanza los que lo hacen porque no saben decir que no; y en medio de la balanza encuentras los que ayudan por gusto.
Los motivos que tenemos para cumplir la promesa
El primer motivo es por supuesto que queremos ayudar. Puede ser porque sí, porque nos apetece. Tal vez sea para congraciarnos con la persona. También es posible que esperemos otro favor a cambio.
El segundo motivo puede ser que no sabemos decir que no. Hacemos la promesa porque no nos atrevemos a decir que no nos apetece, que nos parece demasiado pedir o incluso que creemos que nos podría suponer un problema ético o de otro tipo.
Reflexión sobre cumplir las promesas
Si no cumplimos una promesa podemos alegar falta de tiempo en este mundo tan acelerado. Pero ¿conoces la frase La falta de tiempo no existe, es falta de interés? Aunque te pueda sonar drástico, hablemos sin tapujos. Nuestra energía es limitada y el día tiene 24 horas. Cuando faltamos a una promesa en el fondo se debe a que más o menos conscientemente hayamos decidido dedicar nuestro limitado tiempo y energía a otra cosa que nos importa más.
Si no vamos a poder cumplir una promesa por la razón que sea, es mejor no hacerla. Así nos evitamos la mala conciencia de incumplirla. La mala conciencia, aunque intentemos ignorarla, supone una carga mental.
Es verdad que no aceptar la petición de ayuda también nos puede causar mala conciencia. Si es así, pregúntate si podría tener que ver con tu autoestima y tu miedo a caer mal a la otra persona. Si esa persona no respeta tu decisión tal vez no diga mucho de la calidad de vuestra relación.
Además de la posible mala conciencia, incumplir promesas puede afectar adversamente la confianza que inspiramos a otras personas. La confianza se construye lentamente pero se puede destruir muy rápidamente, perjudicando nuestra imagen personal.
Respuesta a la adivinanza: El sol
Respuesta al acertijo: Un regalo
