Si lees y ves el vídeo disfrutarás con la fábula «Pedro y las nueces «, una historia aleccionadora que te puede ayudar en tu vida. Si sigues leyendo está fábula encontraras, tal vez, una solución a lo que estás buscando.
Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las fábulas, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.
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Pedro y las nueces
Era un día de otoño las hojas de los árboles había tomado diversos colores desde el amarillo al rojizo y marrón. Un auténtico cuadro de colores.
Pedro vio que debajo de los nogales había muchas nueces así que cogió una cesta y fue a cogerlas. Cuando llenó la cesta regresó a casa. Por el camino encontró a Juan que le preguntó
¿De dónde vienes con esa cesta?
De coger estas ricas nueces con las que mi mamá me hará una rica tarta de nueces y chocolate.
Que rica resultará quien pudiera comerse un trozo.
Pues toma este puñado de nueces y le pides a tu mamá que te haga una buena tarta.
Pedro siguió andando y encontró a María que le preguntó:
¿De dónde vienes?
De recoger esta cesta de nueces
Que ricas mi mamá hace browny de chocolate con ellas
Pues toma este puñado y que te lo haga.
Pedro siguió su camino a casa y encontró a Mercedes que le preguntó.
¿De dónde vienes con esa cesta?
De coger castañas
Mi mamá hace con ellas un delicioso bizcocho que está para chuparse los dedos.
Pues toma este puñado y que te lo haga
Cuando Pedro llegó a su casa se dio cuenta de que no le quedaba ni una nuez, pero no le importó porque había hecho felices a sus amigos.
Por la tarde llegaron sus amigos y cada uno llevaba un trozo de dulce que habían hecho sus mamás para que se lo dieran a Pedro que había sido tan generoso.
Moraleja: La generosidad tiene su premio.
El vídeo de Pedro y las nueces
Ejercicio de comprensión lectora.
Ahora que has completado la lectura de “Pedro y las nueces” ahora puedes realizar este trivia que hemos preparado para probar tu comprensión lectora. ¡Vamos a ello!
{Quiz}
Si lo prefieres, aquí te dejamos todas las preguntas para que lo imprimas y practiques en casa o en el cole.
1.- ¿Qué estación del año era?
A.- {Primavera
B.- Verano
C.- Otoño
2.- ¿Qué color habían tomado las hojas de los árboles?
A.- Azules
B.- Diversos colores
C.- Verdes
3.- ¿Qué vio Pedro debajo de los nogales?
A.- Avellanas
B.- Castañas
C.- Nueces
4.- ¿Qué cogió Pedro?
A.- Un saco
B.- Una cesta
C.- Un lebrillo
5.- ¿Con quién se encontro primero?
A.- Mercedes
B.- Juan
C.- María
6.- ¿Con quién se encontró en segundo lugar?
A.- Mercedes
B.- Juan
C.- María
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Actividades.
1.- Adivina adivinanza:
Sal al campo por las noches si me quieres conocer, soy señor de grandes ojos, cara seria y gran saber. ¿Quién soy?
2.- Acertijo:
Cabeza de hierro, cuerpo de madera, si te piso un dedo, ¡menudo grito pegas! ¿Qué es?
Las soluciones al final de página.
3.-Test de ortografía:
Completa las siguientes palabras con la letra correcta. Si no la sabes, búscala en el cuento.
¿Qué nos enseña Pedro y las nueces?
En el cuento de Pedro y las nueces se habla de la generosidad del chico y de eso vamos a tratar. La generosidad es una cualidad humana que denota nobleza, buenas intenciones y amabilidad en los actos que realiza. Una persona generosa es aquella a la que le gusta dar o compartir lo que tiene, sin esperar nada a cambio.
La generosidad es muy positiva tanto para el que la ofrece como para el que la recibe. No solo hablamos de cosas materiales, como ofrecer dinero o cualquier otro bien de consumo, sino que hablamos de ser generosos con nuestro tiempo.
Las personas que ‘dedican’ tiempo a los demás, por ejemplo las que hacen algún tipo de voluntariado, se sienten mucho más fuertes emocionalmente, porque son generosas con las personas que lo necesitan.
Son personas que dan sin esperar nada a cambio, sin esperar una recompensa. Aunque, sí que hay una ‘recompensa emocional’ importante, en la mayoría de los casos.
¿Cómo te puede ayudar Pedro y las nueces?
La persona generosa ofrece algún tipo de bien, material o inmaterial, de forma desinteresada.
Ser agradecido es también un acto generoso. Saber dar las gracias a la persona o personas que nos prestan su ayuda, que nos ceden generosamente su tiempo, es un reconocimiento ante el acto generoso de esas personas. La generosidad tiene que ser voluntaria no puede ser exigida. No es un valor exigible sino que debe ser espontáneo.
Las personas generosas suelen ser personas más felices y más optimistas. El dar sin esperar nada a cambio es una forma de hacer crecer su ‘patrimonio emocional’.
Reflexión sobre Pedro y las nueces
Seguramente en muchas ocasiones has escuchado la frase “Haz el bien si mirar a quién”, pero ¿qué significa en realidad? Ayudar a los demás sin esperar nada a cambio es la máxima expresión de la generosidad, es un valor que nos impulsa a compartir con los demás.
La generosidad puede darse de dos maneras, de forma material con acciones como algún donativo económico, regalar juguetes a niños, donar alimentos, etc. y la segunda forma, de manera intangible en donde una persona es generosa a través de sus acciones, por ejemplo, al ayudar a cruzar la calle a un anciano, escuchando a alguien que tiene problemas, al realizar algún voluntariado en beneficio de su comunidad.
En todos estos ejemplos está presente la generosidad ya que son buenas acciones, sin embargo, no debemos olvidar que si las hacemos para buscar el reconocimiento pierden todo el sentido.
Ser generosos no solo beneficia a quien recibe nuestra ayuda, sino también a nosotros mismos porque nos sentiremos satisfechos, y por curioso que parezca, las acciones de generosidad intangibles son las que dejan una mayor satisfacción como persona ya que te involucras más y ves el alcance de tu apoyo que al solo donar algo material.
El tiempo tiene un gran valor que si lo damos por los demás sin esperar nada a cambio Dios nos lo premiará.
El Papa Francisco exhortó a preguntarnos cómo podemos ser más generosos con los pobres, incluso con «las pequeñas cosas». Y advirtió que el enemigo de la generosidad es el consumismo, gastando más de lo que necesitamos. Por el contrario, la generosidad ensancha el corazón y conduce a la magnanimidad.
Respuesta a la adivinanza: El búo
Respuesta al acertijo: El martillo