En esta historia real podrás descubrir a Dora del hoyo como una mujer emprendedora y sin miedo.
Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las fábulas, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.
Recuerda que puedes subscribirte de forma gratuita para estar al tanto de todas nuestras novedades, y apoyar a la web.
Dora del Hoyo una mujer emprendedora
Debo confesar ―explica Dora del Hoyo― que, a partir de 1931, la situación social en España fue haciéndose cada vez más conflictiva. Las
desigualdades sociales daban lugar a que ideologías anticristianas, que fomentaban el odio y la violencia, generasen huelgas, motines y cruentas
persecuciones religiosas. Salir a la calle llegó a ser muy arriesgado para cualquier ciudadano corriente.
Yo me había convertido entonces en una joven emprendedora y algo aventurera, decidida a labrarme un porvenir en la vida. Cierto día dije a mis
padres:
―Boca de Muérgano es demasiado pequeño y sin posibilidades de progresar. Por eso, he decidió trasladarme con Isabel a Astorga (León) para
trabajar como sirvientas en casa de un industrial que nos ha ofrecido trabajo.
Y así fue. En aquel hogar permanecí algún tiempo, hasta que los aires conflictivos en la ciudad se hicieron también demasiado huracanados y “el señor que nos
contrató decidió despedirnos a todo el servicio:
―No quiero ser responsable de que a ninguna de ustedes les puedan hacer algún mal por mi causa, así que ¡quedan despedidas!
De nuevo regresamos a casa y allí permanecimos
Una vez que nos despidieron , mi hermana y yo regresamos al pueblo. Allí pasé los tres años de la guerra civil española, desde1936 a 1939. Como para la mayor parte de mis
compatriotas, aquel fue un periodo de gran sufrimiento. En mi caso, sobre todo, el dolor provino de la incertidumbre por mi hermano Dimas, que
estuvo movilizado y participó en una de las batallas más cruentas de toda la contienda, en la provincia de Teruel. Casi todo su pelotón murió en el
frente, pero él se salvó gracias a que tuvo que ser hospitalizado por una infección en una pierna. Al enterarme de que Dimas estaba internado en un
sanatorio militar, dijo a sus padres:
―Iré a cuidarlo y a ayudarle en lo que necesite.
Mis padres me advirtieron:
―Nos parece muy bien, hija, pero ten cuidado, porque los tiempos no son nada fáciles para moverse y no estás exenta de riesgos embarcándote en un
viaje de ese estilo.
Al llegar al hospital y ver tanto dolor, me presenté al jefe del hospital, sigue relatando Dora:
―Vengo a pedirle que me acepte como enfermera para atender a los heridos.
―Su generosidad es grande ―me contestó― pero no podemos aceptarla ya que no reúne los requisitos indispensables como enfermera.
Ante aquella negativa del jefe del hospital, regresé a mi casa.
El vídeo de la historia
Reflexión sobre espíritu emprendedor
Dora del Hoyo demostró a lo largo de su vida tener ese espíritu emprendedor.
El secreto para hacer realidad los sueños puede ser resumido en cuatro C: curiosidad, confianza, coraje y constancia, y la mayor de todas es la confianza.
Las personas que tienen un espíritu emprendedor son aquellas que sí tienen esa capacidad de llevar a cabo un proyecto. Si bien algunas personas poseen estas habilidades de forma innata, otras lo desarrollan a lo largo de su vida a través de la experiencia o la formación. Pero, sea como sea, lo esencial es disponer de este espíritu emprendedor para que el proyecto prospere.
A continuación, te presentamos las habilidades que caracterizan a un emprendedor:
- Pasión: uno de los puntos claves para ser emprendedor es la pasión y la ilusión. Amar lo que haces permite ser creativo, buscar soluciones innovadoras y dar siempre el máximo en tu trabajo. Es, sin duda, una de las claves del éxito.
- Orden: si no existe un orden en las ideas y acciones, resulta muy complicado llevar a cabo cualquier tipo de proyecto. Por esta razón, siempre se debe seguir un plan muy bien estructurado.
- Toma de decisiones: tener espíritu emprendedor implica no tener miedo a tomar decisiones complejas ni a sus consecuencias. Es importante saber que, se acierte o no, se deben tomar decisiones para seguir avanzando.
- Resiliencia: en cualquier proyecto, todo puede cambiar de un momento a otro, por lo que es necesario saber adaptarse a los cambios de manera rápida.
- Liderazgo: cuando un proyecto crece, es crucial la energía del resto de las personas implicadas en este.
- Sacrificio: empezar un proyecto desde cero supone tener menos horas de sueño, poco tiempo libre, etc. Tener un espíritu emprendedor es saber sacrificar tiempo personal en favor del proyecto cuando sea necesario.
- Actitud positiva: ser optimista ante las dificultades que se presentan es necesario para encontrar las posibles soluciones.
- Sin miedo a la incertidumbre: es esencial enfrentarse a la incertidumbre del futuro.
- Curiosidad: investigar, experimentar y aprender cosas nuevas cada día forma parte de poseer un espíritu emprendedor, ya que sin curiosidad y ganas de mejorar es muy complicado sacar adelante cualquier proyecto.
