Disfruta con la fábula “Una cena Real“, una historia aleccionadora que te puede ayudar en tu vida. Si sigues leyendo está fábula encontraras, tal vez, una solución a lo que estás buscando.
Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las fábulas, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.
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Contenido
Una cena Real
En una ocasión Solóm fue invitado por el rey a cenar en el palacio.
Al oscurecer Solóm llegó a las puertas del palacio donde encontró a un guardia que le preguntaron dónde iba.
– Buenas noches el rey me ha invitado a cenar
El guardia al verlo tan pobremente vestido le dijo:
– Lo siento, pero no puedo permitirle el paso.
– ¡Pero si estoy invitado por el propio rey a cenar!…
– Le repito, caballero, que no puedo permitirle el paso ¡Lárguese de aquí ahora mismo o tendré que echarle por las malas!
Solóm se dio la vuelta y se alejó del palacio.
Entonces pensó:
“Iré a ver al sastre del pueblo a pedirle ayuda”. Y así lo hizo:
– Vengo a pedirte un favor. Necesito que me prestes algo de ropa decente para ir a cenar a palacio ya que tengo una invitación del rey. Con estas pintas no me permiten entrar en palacio.
– ¡No te preocupes! Tengo ropa de sobra que te sentará muy bien ¡Entra que te la enseño!
Solóm se probó varios trajes y zapatos hasta que el sastre le dijo:
– Con esta vestimenta estoy seguro de que te dejaran entrar.
– ¡Muchas gracias, amigo mío! ¡Es justo lo que necesitaba! Mañana vendré a devolverte la ropa ¡No sé qué habría hecho sin ti!…
– No te preocupes, sé que eres bueno y te mereces esto y mucho más ¡Pásatelo bien en la cena!
Pulcramente vestido se presentó de nuevo en las puertas de palacio.
Los guardias esta vez lo dejaron pasar al verlo vestido tan elegantemente.
El rey le dio la bienvenida y le sentó a la cabecera de la mesa junto a otros invitados
El primer plato era una sopa caliente.
Solóm, con tan mala suerte al intentar comer la sopa metió la manga derecha de la túnica en el plato.
Se hizo el silencio. Y uno de los comensales que estaba a su lado le preguntó porque había metido la manga en la sopa
Solón tranquilamente contestó:
– Vine a cenar con ropas andrajosas y no se me permitió pasar. Poco después me presenté bien vestido y me recibieron con reverencias. Está claro que mi ropa es más importante para ustedes que mi persona, así que es justo que la túnica que llevo puesta sea la que tenga el derecho a comer.
🎥El vídeo del cuento Una cena Real
Moraleja: Debemos valorar a las personas por lo que son y no por las riquezas que posean. Jamás desprecies a nadie porque tenga menos que tú o porque su aspecto no te guste.
📜Comprensión
1.- ¿Dónde fue Solóm invitado?
A.- A casa del sastre
B.- A Palacio
C.- A Casa de un discípulo
2.- ¿Quién le invitó?
A.- Un vecino
B.- Un guardia
C.- El rey
3.- ¿Con quien se encontró Solóm?
A.- Con un discípulo
B.- Con un guardia
C.- Con un perro
4.- ¿Cómo iba vestido Solóm?
A.- Estupendamente
B.- Pobremente
C.- Satisfactoriamente
5.- ¿Qué le dijo el guardia?
A.- Que estaba cansado
B.- Que se largase de allí
C.- Que no dijera tonterías
6.- ¿Dónde metió la manga?
A.- En el agua
B.- En la sopa
C.- En la leche
☑️Actividades
⌛1.- Adivina adivinanza:
❓2.- Acertijo:
Si quieres saber las respuestas, están al final de la página
TEST DE ORTOGRAFÍA
👉¿Qué nos enseña Una cena Real?
La moraleja de este cuento nos enseña que debemos valorar a las personas por lo que son y no por las riquezas que posean. Jamás desprecies a nadie porque tenga menos que tú o porque su aspecto no te guste.
En una sociedad como la nuestra, en donde la pérdida de valores se hace cada vez más evidente, es imprescindible fomentar la educación en valores en las familias.
👉¿Cómo te puede ayuda Una cena Real?
Nuestra sociedad a lo largo de la historia ha estado en constante transformación, especialmente en los últimos 40 años los nuevos conceptos y paradigmas sociales se han marcado de manera acelerada, de forma tal que el conjunto de valores que se da en la sociedad ha cambiado y, en especial, los valores morales.
Hoy en día, este proceso se ha paralizado, ha dejado de fluir. Nos encontramos con que los valores han dejado de estimarse en la medida justa que deben apreciarse. Vivimos, sin duda, una crisis de valores que genera una crisis social”.
Hemos de educar en valores sobre todo en los valores morales, entendidos como la agrupación de creencias, costumbres y normas de una sociedad o familia y que una persona adopta para orientar su conducta a diario, componen el filtro ético que esta tiene, por lo tanto, inciden indiscutiblemente en sus relaciones interpersonales y en su papel en la sociedad.
Existe una gran cantidad de valores morales que ayudan a enaltecer y hacer mejor a una persona, entre ellos podemos destacar la bondad, la generosidad, el amor, la lealtad, la gratitud, el respeto, la perseverancia, la dignidad, la honestidad, la humildad y la responsabilidad. Sin duda, aplicar algunos de ellos o todos en nuestras vidas nos hará una existencia y convivencia más placentera y armoniosa.
👉Reflexión sobre Una cena Real
El valor moral lleva a la construcción del ser humano, lo perfecciona de manera tal que lo hace más humano, por ejemplo, la humildad hace al hombre más noble y respetuoso de los demás;
porque la humildad distingue a las personas que se valoran a sí mismas en la medida adecuada; son aquellas que no se creen superiores ni inferiores a los demás, reconociendo su justo valor sin jactarse ante el entorno en el que se desenvuelven, pues sus acciones hablarán por ellas mismas.
La virtud de la humildad que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.
La humildad es uno de los valores primordiales en la educación de los niños, por cuanto les enseña el respeto por los demás, a no infravalorar a nadie, a no considerarse superior, a valorar a los demás por lo que son y no por lo que tienen, y a apreciar lo que poseen. Una persona humilde se destaca por su capacidad de apreciar el valor de las personas y de las cosas.
Educar en valores no es una tarea fácil. Uno de los errores que muchos padres cometen con frecuencia es el de darles a sus hijos todo lo que ellos piden, sin límite, ya sea porque los primeros sufrieron algunas limitaciones en su infancia y quieren que sus hijos no sufran lo mismo, o simplemente porque piensan que esa es la mejor manera de hacerlos felices. No obstante, esta entrega desmedida de objetos materiales “para que nada les falte” puede llevar a crear individuos caprichosos, materialistas y sin sentido de la responsabilidad.
Los valores se inculcan, es decir, los niños captan e incorporan en su interior el código de comportamiento, basándose en lo que ven de las personas que más aman y admiran; la misión de los adultos significativos es cultivar amorosamente el buen corazón de los niños, empoderándolos a obrar bien y cautivándolos para dar lo mejor de sí mismos”.
Los hijos aprenden desde el ejemplo de sus progenitores que con su actitud amorosa y firme los niños entenderán quién dará los elementos para que cada uno los vaya involucrando dentro de su estructura personal.
El control está a cargo del adulto significativo, pues el niño no está en capacidad de tomar las decisiones trascendentes de la vida. Es fundamental, por ello, fijar las normas de juego para la familia y las responsabilidades de cada uno de sus integrantes, pues en la repetición de la norma se instaura el hábito.
Repuesta a la adivinanza: El despertador
Respuesta al acertijo: El nombre