El Buen Pastor y el pastorcito. Una historia real del Perú

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Disfruta con la fábula «El Buen Pastor y el pastorcito«, una historia aleccionadora que te puede ayudar en tu vida. Si sigues leyendo está fábula encontraras, tal vez, una solución a lo que estás buscando.

Desde BelenCribs queremos ayudarte y para ello te hemos preparado varias fábulas para entretenerte y colaborar contigo en la educación de tus hijos o alumnos. Junto con las fábulas, también, te traemos ejercicios de comprensión lectora y otras actividades que puedes realizarlas con los niños.

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?El Buen Pastor y el pastorcito

Había una vez en un pueblo un sacerdote cuya parroquia tenía una gran extensión. En una ocasión durante un viaje en la sierra, encontró en una choza a un pastorcito de ovejas que estaba muy enfermo. El sacerdote le preguntó a la madre que había sucedido:

-El muchacho ha enfermado por buscar un corderito de su rebaño perdido en la nieve; le salvó la vida, pero él se está muriendo de tuberculosis debido al frío que pasó.

El sacerdote le dijo al muchacho:

-Jesús es el Buen Pastor que busca ovejas humanas perdidas, y sacrificó su vida por amor a ellas. Escucha lo que dice el salmo 23: El Señor es mi pastor nada me falta.

El sacerdote sacó una figurita de oveja y se la dio diciéndole:

-Esta figurita te lo recordará.

Al año siguiente volvió el sacerdote a la sierra y entró en la choza y preguntó a la madre por el niño.

-El niño murió hace unos meses con gran paz, con una sonrisa en sus labios y esta figurita en sus manos.

El Buen Pastor ha venido por su oveja. La esperanza en la vida eterna se funda en las palabras de Jesucristo.

?Comprensión lectora

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El Buen Pastor y el pastorcito

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¿Dónde fue el sacerdote en una ocasión?

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¿Qué le dijo la madre?

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¿Qué encontró en la choza?

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¿Qué ocurrió el año siguiente?

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¿Dónde vivía el sacerdote?

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¿Cómo era la parroquia?

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1.- ¿Dónde vivía el sacerdote?

A.- En el campo

B.- En la ciudad

C.- En un pueblo

2.- ¿Cómo era la parroquia?

A.- Pequeña

B.- De gran extensión

C.- Manejable

3.- ¿Dónde fue el sacerdote en una ocasión?

A.- Al pueblo de al lado

B.- A la sierra

C.- A la playa

4.- ¿Qué encontró en la choza?

A.- Un hombre

B.- Una cabra

C.- Un pastorcito

5.- ¿Qué le dijo la madre?

A.- Que era muy bueno

B.- Que se estaba muriendo

C.- Que tenía muchas ovejas

6.- ¿Qué ocurrió el año siguiente?

A.- Que el pastorcito había muerto

B.- Que el pastorcito se había ido

C.- Que el pastorcito cantó

☑️Actividades

⌛1.- Adivina adivinanza:

Entre la lluvia y el sol, un arco a todo color.

❓2.- Acertijo:

Con una manguera, casco y escalera apago los fuegos y las hogueras.

Si no sabes las respuestas las tienes al final de página

?¿Cuál es la moraleja de la fábula del Buen Pastor y el pastorcito?

El pastorcito murió pensando en lo que le había dicho el sacerdote que se uniría con el Buen Pastor.

La esperanza en la vida eterna se funda en las palabras de Jesucristo: “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a prepararos un lugar” (Jn 14,1).

?¿Cómo te puede ayudar la moraleja de la fábula del Buen Pastor y el pastorcito?

La resurrección de Cristo anima las esperanzas terrenas con la «gran esperanza» de la vida eterna.

Señala el Papa Francisco que aquí en la tierra nos encontramos con amargas desilusiones, sueños rotos, preocupaciones, desaliento, con la tentación de encerrarnos en el egoísmo individualista, ser indiferentes ante el sufrimiento de los demás: «los jóvenes se cansan y se fatigan» (Is 40,30).

Sin embargo, Dios da fuerzas al cansado para que corra y no se fatigue (cfr. Ibid). Hemos de poner nuestra fe y esperanza en el Señor, porque sólo con los ojos fijos en Cristo resucitado no nos cansaremos de hacer el bien.

La fe no nos quita las tribulaciones, pero nos permite atravesarlas unidos a Cristo, con la gran esperanza que no defrauda y con la garantía del amor que Dios nos tiene. Por ello, si nos vemos poca cosa, no olvidemos que el Señor se sirve del estiércol para la belleza del mundo.

?Reflexiones sobre la moraleja de la fábula del Buen Pastor y el pastorcito.

Dios nos ordena en su Palabra que pongamos nuestros mentes en el cielo, donde está Cristo (Colosenses 3:1). Nuestro enfoque es en un lugar real donde vive el Cristo eternamente encarnado y resucitado.

Se nos ordena a estar “esperando los nuevos cielos y la tierra nueva donde mora la justicia” (2 Pedro 3:13)

Lo que Dios ha hecho que deseamos es exactamente lo que le promete a aquellos que siguen a Jesucristo: una vida resucitada en un cuerpo resucitado.

Nuestros deseos corresponden precisamente a los planes de Dios.

Repuesta a la adivinanza: El arco iris

Respuesta al acertijo: El bombero

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